Podemos definir la arquitectura minimalista como una "arquitectura sin adornos" la cual busca la esencia de cada elemento. Por tanto, no importa el resultado estético sino lo que se puede transmitir en cada diseño. Igualmente, se apuesta por la integración en el entorno, y por el respeto que se tiene con la naturaleza. Un diseño minimalista debe tener las siguientes características: 

- Simplicidad.

- Exteriores diáfanos  y revestimientos uniformes.

- Espacios luminosos sin barreras.

- Elementos decorativos sencillos.

- Los materiales forman parte del diseño.

- Orden y claridad.

Los colores por lo que apuesta la arquitectura minimalista son sobre todo, colores puros y monocromáticos, colocando colores neutros combinables entre sí. Además, jugando entre sí con líneas rectas y formas, para conseguir así un espacio más limpio puesto que permite esconder diferentes objetos dentro de armarios.

Por otro lado, los materiales son importantes para el diseño minimalista. Los elementos rústicos son ideales y con muchas posibilidades dentro de este tipo de diseño destacando también lo moderno. La madera, mármol, acero inoxidable, vidrio, espejos y granito son los más empleados para este estilo minimalista. La arquitectura minimalista evita la abundancia de materiales, por ello, es aconsejable elegir piezas que resalten por su originalidad.

VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE ESTE TIPO DE ARQUITECTURA

VENTAJAS:

• Los edificios ofrecen una sensación de equilibrio.
• Las líneas rectas se combinan con las formas redondas con naturalidad.
• El uso de colores neutros es recomendable para crear un espacio en el que tú eres el protagonista.
• Los materiales neutros crean calidez a cada espacio.
• No tienes que pasar mucho tiempo limpiando, gracias a la sencillez de las formas elegidas.
• Tienen mucha luminosidad.
• Virvir en un edificio minimalista es simpre sinónimo de renunciar a lo superficial.
• Te quedas con lo esencial.
• Según los psicólogos la sencillez te permite relajarte más y pensar mejor.

DESVENTAJAS:

• Considerar que es un ataque directo a la creatividad del arquitecto. A la hora de diseñar un eifico no puedes salirte de las directrices marcadas. 
• La homogeneidad provoca aburrimiento. 
• El uso de la misma gama cromática no permite crear ambientes distintos. 
• Algunos elementos arquitectónicos son necesarios. Su ausencia total no es recomendable. 
• Es un estilo anticuado. 
• Los materiales más modernos ofrecen una funcionalidad mejor.

Es decir, elegir un estilo u otro dependerá de los gustos personales de cada persona, ya que a cada persona le gusta una cosa u otra, los espacios abiertos pueden ser lo más adecuados para una persona, pero en cambio para otra no, ya que prefiere disfrutar de distintas áreas. Todo dependerá de si les das o no, una oportunidad a ese tipo de arquitectura.