1. Goya y Renzo Piano: La genial combinación de Fuendetodos y el edificio Fondaticion Beyeler, diseñado por Renzo Pino en 1997, puede sorprender. El museo ha sido durante mucho tiempo un templo del arte moderno, tanto por las obras expuestas como por el edificio creado por el arquitecto italiano, el primero diseñado para exhibir arte con luz natural. El museo se considera una extención del entorno, entre árboles y agua. No existe una ruta oficial para este camino, pero es un lugar frecuentado por escuelas y caminantes, sin mucha complejidad, y la experiencia de acercarse al museo desde el otoño que ilumina el bosque es mágica.

2. Parada de Vitra: La carretera pasa por los viñedos de Tüllinger Berg y también es un sendero artístico, con 24 paradas parando frente a  muchas esculturas de Tobias Rehbenger. El plan compensa: Goya por la mañana, bajar la ruta artística de la comida, y luego concertar una cita en el complejo Vitra. El museo, la primera obra de Frank Gehry en Europa en 1989, es un paraíso para los amantes del diseño y su relación con la arquitectura cotidiana. El edificio está rodeado por un complejo familiar para todos los entusiastas de la arquitectura, con algunos edificios del primer nivel.

3. El cristo del Kunstmuseum: La colección del Museo de Arte de Basilea (Kunstmuseum) es tan vasta, desde el siglo XV hasta la actualidad, que uno puede dedicar un tiempo determinado a mirar una pieza en particular durante más de un día. De todos modos, la visita siempre es genial. De sus paredes cuelga, por ejemplo, "El cuerpo de Cristo en las catacumbas" de Holbein (1951), que es muy impresionante. Algunas personas vienen de Basilea solo para ver más de cerca este cuadro de tañano humano en el que la silueta de la muerte se ve tan cerca.

4. El puente de los tres países: Este puente se encuentra situado en el Rin en un lado de Alemania, Francia en el otro y Siuza a unos cientos de metros de distancia. Al regresar del complejo Vitra de Basilea, debemos detenernos en esta obra del arquitecto Dietmar Fichtinger, instalada en 2006 e inaugurada en 2007, e intentar descubrir el lugar especial de Europa donde nos encontramos ahora, en la esquina de la confluencia de países respaldados por un monumento que parece un poste levantado con tres banderas. El puente peatonal se balancea ligeramente, sin razón alguna se considera el puente peatonal y ciclista más largo del mundo. Los cruceros que conectan Basilea y Ámsterdam, entre otras rutas, operan nuevamente en el río.

5. Arquitectura moderna: La arquitectura moderna de Basilea es el esquí alpino, Esta es una pequeña ciudad europea con los edificios más impresionantes, muchos de los cuales han sido firmados con premios Pritker. Es sufiente para comprender que un viaje arquitectónico puede llevar varios días. Cabe destacar la ciudad que está construyendo la farmacéutica Novartis. Cada uno de sus edificios deja tras de sí un gran personaje: Frank O. Jerry, Dinner and Dinner, Sana´a... Un nuevo pabellón a punto de completarse que servirá como recepción para visitantes y como museo sobre las maravillas de la medicina.

6. La invasión de Street art: En la ciudad donde Art Basel celebra, no puedes perderte una avenida de arte urbano. En estas calles se encuentran 25 obras de Invaderm un francés que experimentó con diferentes formatos on píxeles para videojuegos de 8 bits de los años 70/80. Tiene muchos fanáticos en todo el mundo, muchos de ellos toman fotos de cada trabajo para subir fotos a una aplicación y compiten con personas que han estado en más ciudades y han visto más negocios con mensajes de texto. Su firma se acabó. Incluso un adoquín de metal con una declaración de amor montada en cualquier calle peatonal es arte.

7. La Basilea medieval: En Basilea tienen tanto peso los museos y la arquitectura que pudiera parecer que han descuidado su zona antigua. No es así, sólo un paseo entre sus calles compensa el viaje. La ciudad reconstruida tras el terremoto de 1356 (un año que se enseña y se repite generación tras generación) es bella y encantadora, con rincones fotogénicos, con pequeñas plazas y calle que serpentean en una de las dos colinas que cobijan el "valle" o zona central, por que circulan los tranvías.

8. El Rin: Las ciudades europeas atravesadas por un gran río prometen ser muy importantes y fascinantes. A lo largo del río hay que caminar, correr, beber cerveza, charlas o leer un libro. Aquí, en la playa exterior, hay muchos bares y restaurantes, con el casco antiguo en primer plano, con la puesta del sol entre la noria y los edificios medievales. Incluso hay balcolnes con bancos para disfrutar de la puesta de sol o ver la barcaza  que transporta a algunos pasajeros de orilla a orilla. A unos cientos de metros se encuentra en Gannet, un  barco británico y 600 toneladas que fue sacado del fondo marino en 2019 y se convirtió en la estrella del parque temático