El modernismo no se considera un estilo, es un movimiento que se ha desarrollado de manera distinta en cada país, incluso en cada ciudad. El nacimiento del modernismo se produjo a finales del siglo XIX, y muchos teóricos señaken que Viollet-le- Duc defendía el uso de materiales modernos como un nuevo medio de expresión artísrica, fue el padre del modernismo. Un pequeño recorrido por las diferentes ciudades dónde dónde la modernidad cobró impulso nos permitirá explicar los diferentes estilos.

BRUSELAS Y LA CASA TASSEL: El arquitecto Victor Horta fue uno de los discípulos de Viollet-le-Duc y probablemente fue el primer arquitecto en aplicar correctamente su pensamiento. Sus edificios se presentan como entidades vivas y orgánicas, con músculos y órganos,  una completa revolución estética que tiene su principal centro experimental en Bruselas. 

Queríamos destacar la casa Tassel, donde la modernidad está llegando a su madrurez. Un interior flexible y continuo, basado en la extención de la percepción espacial, ingresa a este edificio con una modesta fachada. Horta quitó las pasarelas y las reemplazó  con acero estructural y claraboyas. Personalizando con formas abstractas, siente la influencia de la cultura japonesa y el estilo más cacual con miedo al vacío, el rococó.

PARÍS DE GUIMARD: Dada su proximidad, París fue la siguiente ciudad en resonar con el trabajo de Hortam ya que Héctor Guimard se apresuró a modificar el interior sesgado de la casa de Tassel y su decoración original con infraestructura, tan pública como el metro de París. Incluso hoy podemos ver algunas de estas estaciones que han resistido la prueba del tiempo. Guimard se estableció rápidamente como un destacado representante del modernismo en Francia, llevando sus obras a otras ciudades como Lille. Es extraño que el estilo modernista parisino terminará con la unificación de los elementos del siglo XVIII.

BARCELONA, LA SAGRADA FAMILIA: El modernismo catalán respondio a la necesidad de crear un estilo que  reflejará la identidad catalana. Esta expresión sensorial se saba en el renacimiento de estilos históricos y, junto con el Art Nouveau, dio ligar a un estilo único en el mundo, caracterizado por un cierto grado de experimentos artísticos típicos de la vida. La gran revolución. Antonio Gaudí es su máximo representante, comenzó a combinar el neogótico y el modernimos y se desarrolló con su propio estilo. Su ingenioso paisaje se puede ver en edificios como la Casa Batló o la Sagrada Familia, donde intenta combinar ingeniosas soluciones estructurales con llamativos efectos decorativos. Si algo tiene que ver el modernimo con Barcelona es su enorme aceptación, no solo a nivel arquitectónico, sino también a nivel decorativo.